En 2001, un grupo de desarrolladores de software se dispuso a crear una nueva forma de hacer negocios en la industria de su elección.
Antes de su reunión, la industria de programación y desarrollo de software había llevado al ilustrador Scott Adams a burlarse de la industria con su tira cómica Dilbert; sin embargo, la broma ya no fue divertida para los desarrolladores que idearon el Manifiesto Ágil.
Si bien el Manifiesto Ágil se pensó originalmente para aplicarse a los procesos de desarrollo de software, no pasó mucho tiempo antes de que se aplicara en las áreas de gestión de proyectos, recursos humanos y administración de oficinas.
Cuando una empresa adopta procesos de negocios ágiles, la metodología de trabajo tiende a funcionar de manera mucho más eficiente porque es más realista y no requiere la planificación extensa y la gestión rígida de proyectos del pasado. Ser ágil significa ser capaz de aceptar cambios inesperados sin intentar encajar todo en los procesos planificados.
Teniendo en cuenta lo lejos que ha llegado la industria del software en el siglo XXI, toda organización empresarial haría bien en considerar el Manifiesto Ágil y adoptarlo como parte de la cultura corporativa con la ayuda de la tecnología.
Tabla de contenidos
Principios ágiles a seguir
Los principios de alto nivel son conceptos que deben ser valorados por una empresa comercial:
1 – El aporte humano real de los empleados es más importante que los procesos de trabajo y las herramientas comerciales.
2 – La documentación no necesita ser exhaustiva cuando los proyectos entregan los resultados deseados.
3 – La colaboración entre las partes contratantes es más importante que el propio contrato.
4 – Un deseo genuino de dar respuestas inteligentes al cambio es más valioso que seguir un plan.
En el desarrollo de software, solía haber un abismo entre el personal técnico y de ventas; cuando se formaban equipos y se les asignaba la tarea de llevar a cabo un proyecto, rara vez se tenía en cuenta el nivel de motivación de los futuros miembros del equipo. Las comunicaciones personales y relajadas solo se dieron entre unos pocos miembros del equipo; todos recibieron notas y breves actualizaciones. Las iniciativas ágiles tienen como objetivo mejorar todos estos contratiempos, pero los líderes empresariales deben estar preparados para adoptar ciertos principios y adaptarse al cambio.
Comunicaciones ágiles
Siempre que sea posible, un lugar de trabajo ágil tendrá reuniones cara a cara deliberadamente cortas. No es necesario que las reuniones breves y en vivo se realicen con frecuencia; en cambio, la comunicación y el intercambio constantes se pueden realizar a través de soluciones tecnológicas populares para videoconferencias, chat de texto como Slack, Asana, así como los más tradicionales Skype for Business y OneDrive para compartir de manera fácil y organizada, respectivamente.
Las conferencias web y de video son parte de una estrategia empresarial ágil, pero un mejor método es aprovechar herramientas modernas como Slack o Asana, que combinan las comunicaciones con la planificación de recursos y la gestión de proyectos.
Transparencia de proyectos y flujo de trabajo
Uno de los objetivos que se pueden lograr con una poderosa herramienta comercial como Slack es que un proyecto o tarea se vuelva completamente transparente. Siempre que sea posible, los miembros del equipo deben publicar y compartir sus comentarios, opiniones y progreso.
Dentro de Slack, que tiene funciones de colaboración basadas en el paradigma de las redes sociales, los equipos de trabajo pueden organizarse mientras buscan realizar su tarea específica en lugar de centrarse demasiado en el objetivo final.
Al usar una herramienta como Asana, el proyecto se puede organizar en ciclos de sprint, que se organizan de tal manera que todos los miembros del equipo comparten los hitos, el progreso y las comunicaciones desde una ubicación centralizada. Lo que no está centralizado, en cambio, son las opiniones y decisiones que toman los equipos a medida que avanzan sus misiones.
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Dirección ágil
Tradicionalmente, las operaciones empresariales se realizan mediante la planificación, seguida de la designación de dirección, organización, supervisión y control. Bajo un liderazgo ágil, se adopta un enfoque operativo diferente.
Una empresa ágil estará formada por líderes que puedan resolver conflictos, superar obstáculos, brindar apoyo y capacitar a los empleados. Estas tareas se pueden realizar con la ayuda de los miembros del equipo. La interacción con los empleados y asociados siempre debe ser cortés y atenta; esencialmente, se prefiere la Teoría Y de la gestión, mientras que se evita la Teoría X.
Cultura corporativa ágil
Una empresa ágil se centrará en ofrecer resultados visibles que no requieran una documentación extensa. Un ejemplo de la industria de la tecnología serían los teléfonos inteligentes y las tabletas modernos, que generalmente se envían sin los manuales de usuario detallados de antaño porque son intuitivos y producen resultados muy visibles y tangibles para los consumidores. Se necesita una cultura corporativa ágil para lograr resultados similares.
La cultura corporativa ágil también inculca una mentalidad que reacciona rápidamente a los problemas. Los errores se tratan como oportunidades de aprendizaje y la retroalimentación siempre es bienvenida. En otras palabras, cuando hay que corregir algo, se actúa de inmediato; quejarse y tratar de enrutar los problemas a través de los canales designados solo se convierte en parte del problema en lugar de parte de la solución.
Uno de los mayores beneficios de la cultura corporativa ágil es que las organizaciones se vuelven ágiles frente a los competidores que están atrapados en la mentalidad tradicional. Los rivales intentarán perfeccionar sus procesos y buscarán formas de mejorar su planificación a medida que las empresas ágiles aceleran los proyectos y obtienen ganancias.
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Sobre el Autor:
John Porter es un escritor independiente y líder tecnológico con sede en Southampton. Así que disfruta probando nuevas tecnologías y le gusta compartir software y consejos y trucos de productividad empresarial. Puede comunicarse con él en Twitter, Facebook o G+.
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